Nota: Cualquier analisis sentimental resulta estúpido contrastado con cualquier analisis de razón. La razón no son los sentimientos y los sentimientos nunca tienen razón.

02 abril 2011

Hacia mucho tiempo que no lo hacía, hacia mucho tiempo que no gritaba. Pero todo está bien, en calma. Las paredes de este lugar son como las del manicomio, acolchonadas. 
Eras como un Zeus falso ahogado en la bañadera. La caricatura masculina de una puta. Ojala te pudieras ver, realmente te reirías. Mis intentos de risa suenan a gritos sofocados. Le falta algo, un ingrediente secreto. Me faltas vos, y yo no sé quién sos vos. Quiero decir, podría llegar a descubrir la octava maravilla del mundo, pero no podría descubrir tu verdad. Es decir... ¿quién sos?, ¿a qué diablos estabas jugando? Por un momento esperé que me contestaras, pero estoy sola acá.
Y estoy enojada porque vos, forro barato y sucio, mentiste. Me mentiste y yo confié en vos. Vamos, decime que no mentiste. ¿No tenés nada que decir? Podés inventar algo, ¿no? Vamos, decime algo. Vamos, sonreíme. Mentime de nuevo. Decime algo cariñoso. Sonreíme y decime que no entendí.
No sé por qué lo hiciste. Yo también lo haría si supiera cómo. Tengo que encontrar una manera, tengo que hacerlo. 
Dije que siempre iba a estar con vos, y siempre voy a estar. Este blog es la prueba de que pienso constantemente en lo que podría ser, lo que pienso que todavía puede ser. Soy una esperanzada sin remedio, una romántica incurable. Gracias por acrecentar eso. Hijo de mil puta.




PD: Ahora me leo y no deja de sorprenderme el contraste entre mi cinismo y mi asquerosa sensibilidad. 

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